Estamos a poco tiempo de que el año termine.
Un año que en sus últimos 4 meses me ofreció
un cambio radical de vida. La monótona rutina
que me absorbía fue fulminada por el grito
de independecia que clamó incesante:
"Mírame, este soy YO".
Un grito que el corazón y el alma tejieron
en un corto pero poderoso poema.
Doradas palabras que convierten en luz todo
lo que tocan. Potencia que al interior se
gesta y que al rugir la fuerza interna
todo se lo lleva.
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