tic toc, tic toc el reloj avanza...

Estamos a poco tiempo de que el año termine.
Un año que en sus últimos 4 meses me ofreció
un cambio radical de vida. La monótona rutina
que me absorbía fue fulminada por el grito
de independecia que clamó incesante:
"Mírame, este soy YO".

Un grito que el corazón y el alma tejieron
en un corto pero poderoso poema.
Doradas palabras que convierten en luz todo
lo que tocan. Potencia que al interior se
gesta y que al rugir la fuerza interna
todo se lo lleva.

flotando

Duermo en brazos del silencio.
Soy el viajero fugaz de los mundos olvidados al amanecer.
Descanso y con ello sano.
La sabiduría de mi yo futuro es quien me guía.
El amor se revela y transforma la vida,
muestra el camino que mi espíritu ansioso por seguir
construye día a día en la consciencia.
Respiro la calma y en silencio eterno me convierto.

A. Jodorowsky

El movimiento Final del inicio

Roja acera, acuna el cuerpo desconocido.
Fui testigo de estertores finales, que a la calma eterna
llevaron volando el alma.
Finales, principios... son lo mismo.
Aquél que cierra los ojos en este mundo, los abre en otro.
Vida eterna de pequeños sueños e ilusiones que revelan
el misterio infinito del espíritu.

El repaso y la acción

Eliminando toda duda que en mi corazón pueda quedar
he decidido expander mi alma y con el gran espíritu despegar.

Consciente del poder para una montaña mover, repaso mis pasos y
confirmo el poderío de la milagrosa creación.

¿Cómo usaré el conocimiento adquirido, en qué?
Sabiduría milenaria será la fuente de la cuál he de beber y
ahogado en ese infinito mar nada temeré.

En la punta de la mística montaña él anuncia con su mirada,
milagroso despertar, le guía y le recuerda el infinito destino que lo
hará evolucionar.